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viernes, 28 de agosto de 2015

Se busca príncipe azul en un mundo de sapos.

Vale, esta entrada es un poco tontería y meterme un poco en mi cabeza para explorar y sacar algo a la luz, algo que quizás no quiera ver o no haya sido capaz de ver hasta ahora.

Alguna vez, creo que todos, hemos pensado en esa persona perfecta para nosotros. En mi caso, cuando era pequeña e inexperta, mi chico perfecto era el arquetipo de chico malo que realmente es tierno por dentro cuando se le conoce bien. Por otro lado, mi tipo de chico era el típico niño bueno, tímido y al que tienes que hablarle tú porque él es incapaz de dirigirle la palabra a la chica que le gusta. Dos polos opuestos.

 Después vinieron los libros, más tarde entendí las películas románticas, los finales felices y el que los problemas se afrontan si los dos quieren. Ese es mi problema: las expectativas que desde que tengo uso de razón, me han creado los libros y las pelis románticas.

Chica difícil busca: chico romántico, detallista, gracioso, sincero, con el que tenga confianza y pueda hablar de cualquier cosa, divertido, que se pique un poco porque a ella le encanta picarse, que sea algo extrovertido porque ella es incapaz de dar el primer paso (cosa de la que se arrepiente a menudo), chico que no tenga problemas en hablar de sus sentimientos o de estar celoso cuando toque o sea el momento.

 Pero después de tener mínimas experiencias en este territorio aún desconocido para mí, me doy cuenta de lo absurdo que son esos personajes masculinos que me llenan la mente. Será que aún no he encontrado a la persona perfecta.

 Solo sé que lo que le falta a uno lo tiene el otro, con el que tengo confianza tengo miles de kilómetros por medio, que el que tengo cerca tengo poca confianza, que el que con el que lo tengo todo él ya me tiene a mí de forma diferente, que la persona perfecta es inalcanzable para mí, y que el que creo que sería perfecto sé que luego no sería así realmente si llegamos a estar juntos.

 No todo es tan fácil como en las historias de los libros. A veces me gustaría ser como esos personajes femeninos que encuentran a ese chico ideal.

 Sin embargo, o no existen o no lo he encontrado, solo sé que una vez me dijeron una frase que puede que sea tan cierta como que existimos, quizás todo sea subjetivo.

"Sabes que has encontrado a la persona, 
no cuando ella cumple tu definición de perfección, 
sino cuando tu definición de perfección se modifica para describirla a ella."

Después de esta extraña divagación que necesitaba compartir, os dejo. 
Feliz viernes.


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